El viaje de Mohamed Salah es el punto de partida de una nueva serie creada con GQ Sports.
A Hero’s Journey (el viaje de un héroe, en español) explora la vida de las estrellas deportivas de la actualidad. En cada episodio, estos talentos conocidos a nivel mundial comparten experiencias personales de su vida, tanto privada como pública, y explican el camino que han recorrido para lograr el éxito. Para algunos, los desafíos han sido mentales y, para otros, físicos o espirituales. El viaje nunca es fácil.
Cuando era pequeño y vivía en Nagrig (Egipto), la estrella del Liverpool hacía nueve horas de autobús cada día para ir a entrenar. Aunque Mo (abreviatura de Mohamed) Salah ahora es reconocido internacionalmente como uno de los mejores jugadores del mundo, tardó años (durante los cuales estuvo en varios clubes diferentes) hasta llegar donde está ahora. "He jugado en cuatro países y siempre intento adaptarme a la cultura", comenta. "Primero estuve en Egipto y luego me fui a Suiza, que es una cultura totalmente distinta. Cuando llegué, no sabía hablar inglés y tuve que aprender. La cultura y la forma que tenemos de entrenar en Egipto son diferentes".
Una de las cosas que Mo Salah ha aprendido en sus viajes es que el éxito sólo se puede llamar éxito si lo disfrutas. Por eso, ahora se centra en las cosas que le hacen feliz, como su joven familia. Además, ha aprendido otra lección: aunque ahora esté a miles de kilómetros de donde comenzó en Nagrig, su historia siempre formará parte de él.
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