Desde la chispa de donde nace una idea, pasando por la elección del color y el tejido, hasta la pieza acabada que desfila por la pasarela, una mirada a la inspiración que da vida a uno de los vestidos más celebrados de la colección.
La China imperial. El folclore americano del siglo XIX. El Antiguo Régimen francés. Universos a primera vista inconexos se enlazan esta temporada en un relato con espléndidos matices escrito por el director creativo Alessandro Michele y contado a través de su vestido de encaje Cruise 2016.
Para esta pieza de fantasía, Michele se ha inspirado en fuentes de lo más diversas, empezando por su peculiar tono amarillo, el color real de los antiguos emperadores que habitaban en la Ciudad Prohibida.
El mosaico simétrico con palomas azules sobre flores rojas que ornamenta el corpiño recuerda las piezas de artesanía de los Shakers a comienzos del siglo XIX, mientras que las mangas acampanadas y fruncidas del vestido reproducen una silueta que presagia la Revolución Francesa. Por último, el cinturón con adornos nos habla de un nexo mucho más íntimo, el que vincula a la firma con su tribanda.
"Soy un coleccionista de todo", afirma Michele. "Me encanta recuperar estampados, bordados y aplicaciones, detalles formidables que parecen pertenecer a otro tiempo, y crear con ellos una historia nueva, contemporánea."
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