Bellos objetos portadores de aromas singulares, los frascos de El jardín del alquimista adoptan la forma de los botes de farmacia y los primeros recipientes de perfumería de las históricas boticas.
		
			El boticario era el médico de cabecera de uso corriente en la Europa medieval, y vendía vino, especias y hierbas además de preparar las medicinas para médicos y pacientes. Los botes con decoraciones artísticas e imágenes de los apotecarios de antaño son la fuente de inspiración de los frascos de cristal de El jardín del alquimista. Alessandro Michele ha enriquecido las siluetas con tapón mediante inscripciones doradas y símbolos animales de fantasía.
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